Muchos problemas en la empresa podrían verse solucionados con una correcta organización del trabajo diario. Evitar el caos y las dudas sobre las labores que debe desempeñar cada trabajador, es parte de un plan que debe contemplar todas las áreas de tu negocio.
Objetivos claros.-Quien no sabe a dónde va, nunca llegará. Define misión, visión y objetivos que esperas alcanzar. Comunícalos a todos los miembros de la organización.
Control de Recursos.-Examina los
recursos disponibles en tu empresa, ya sean humanos o económicos,
debes tener claridad de lo que dispones. Debes saber cuánto
personal tienes y cuáles son sus capacidades, además de tener
contabilizadas las herramientas, implemento y maquinaria de tu
negocio.
No sólo planear.-Planificar es
fundamental, pero no sólo debes quedarte en eso. Recuerda que “No
hay mejor teoría que una buena práctica”. Analizar y planificar
en exceso puede retardar la puesta en marcha de tu empresa.
Delimita tareas.-Haz una lista de
tareas y actividades de la empresa. Determina cuales son
prioritarias, la secuencia necesaria en su ejecución y quién estará
a cargo de cada una.
Asignación de personal.-Se
cuidadoso en la asignación de personal, debe ser coherente con la
dificultad y dimensión de la actividad. Define un perfil para el
puesto y las funciones específicas a desempeñar. La elección de la
persona idónea resultará determinante a la hora de alcanzar
objetivos. Realiza la selección en base a habilidades,
conocimientos y motivaciones.
Adáptate.-Acomoda la
organización de tu empresa según los cambios del mercado, las
condiciones internas de tu negocio y los avances tecnológicos. En la
actualidad, es primordial adaptarse con agilidad al contexto.
Restringe gastos.-Reduce gastos
innecesarios. Ten un estricto control de cuentas, márgenes de
ganancia, impuestos y costos.
No debes gastar más de lo que ingresa,
se mesurado en tus gastos y cuida el efectivo.
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