Para organizar una
empresa se debe tener en cuenta los siguientes principios: dividir el
trabajo por especialización de conocimientos y habilidades, integrar
esta división a través de fuertes y óptimos mecanismos de
coordinación y finalmente el tercer principio, es que los dos
anteriores estén basados y alineados con la estrategia definida por
la empresa.Estar alineado con la
estrategia, significa tener un Planeamiento Estratégico vigente,
donde estén definidos claramente los objetivos de la organización y
las actividades para llegar a ellos lo cual permitirá dividir el
trabajo de manera adecuada. Para dividirlo en la organización se
utilizan herramientas a dos niveles: a nivel Macro, una estructura
organizacional (conocido como Organigrama) y a nivel Micro, el puesto
de trabajo.
En el nivel Macro la base
fundamental serán las actividades recogidas en el planeamiento
estratégico, que de acuerdo a su importancia e impacto en los
resultados empresariales generaran los niveles jerárquicos de la
organización, y de acuerdo a la relación que tienen entre ellas se
diferenciarán las unidades orgánicas o áreas.
En el nivel Micro, y una vez definido el Organigrama, las actividades que generaron las áreas, se convertirán en las funciones de los puestos de trabajo, esto asegura que las personas en los puestos realicen tareas que generen valor a la empresa. También es importante definir el perfil del puesto y qué competencias son necesarias para las personas que las ocupen. Todo esto finalmente se plasma en un documento conocido como Manual de Organización y Funciones (MOF).Una empresa mal estructurada es sinónimo de caos y falta de eficiencia. Evite que esto le suceda a su negocio.Los dueños de empresas pequeñas tienen un trabajo muy desafiante.
En el nivel Micro, y una vez definido el Organigrama, las actividades que generaron las áreas, se convertirán en las funciones de los puestos de trabajo, esto asegura que las personas en los puestos realicen tareas que generen valor a la empresa. También es importante definir el perfil del puesto y qué competencias son necesarias para las personas que las ocupen. Todo esto finalmente se plasma en un documento conocido como Manual de Organización y Funciones (MOF).Una empresa mal estructurada es sinónimo de caos y falta de eficiencia. Evite que esto le suceda a su negocio.Los dueños de empresas pequeñas tienen un trabajo muy desafiante.
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